jueves, 24 de febrero de 2011

Sonreir por obligación cuando no se siente produce mucha mas tristeza

Poner buena cara a los problemas, forzar la sonrisa y fingir la felicidad puede ser contraproducente ya que puede hacer que nos sintamos más tristes. Así lo revela un artículo publicado en la revista “Academy of Management Journal”, que afirma que intentar esconder el malestar o infelicidad puede empeorar el ánimo de la persona en cuestión.
Investigadores de la Universidad Estatal de Michigan llegaron a esta conclusión tras estudiar a un grupo de conductores de autobús durante dos semanas. Eligieron investigar a este grupo de personas porque realizan una tarea que usualmente requiere una interacción frecuente y amable con muchas personas a lo largo del día.

Se trata de la primera investigación de este tipo que se hace durante un periodo de tiempo y que tiene en cuanta las diferencias entre hombres y mujeres. Según explicó Brent Scott, uno de los autores de la investigación, estudiaron qué sucedía cuando los conductores hacían una sonrisa falsa, denominada “actuación superficial”, y la compararon con su conducta opuesta, llamada “actuación profunda”, para referirse a las sonrisas auténticas ocasionadas por pensamientos positivos.
Los investigadores notaron que los días en los cuales las sonrisas eran forzadas, el estado de ánimo del conductor deterioraba y tendían a no hacer su trabajo de la mejor manera. Aparentemente, intentar suprimir los pensamientos negativos podría hacer que estos se tornen más persistentes.

Sin embargo, aquellos días en los que los conductores sonrían a raíz de hacer esfuerzos más profundos –cultivando pensamientos y recuerdos realmente placenteros- sus ánimos mejoraban y aumentaba su productividad, con lo cual emergían nuevamente las propiedades del buen humor y la alegría.

Otra conclusión a la que llegaron los especialistas es que las mujeres estaban más afectadas por esta cuestión que los hombres. Scott cree que se debe a que ellas son emocionalmente más expresivas.